Boletín 600

Título: EL REY SENTENCIA A LOS RELIGIOSOS (primera parte)
Pasaje: MATEO 23:13-24

En el Antiguo Testamento, Dios levantó jueces y llamó profetas para que comunicar Su mensaje y amonestar al pueblo de Israel cuando se desviaban adorando dioses, cometiendo actos de injusticia e inmoralidad, olvidándose de la Ley de Dios (Dt.18:15-19; Jue.2:16-19). Dicho mensaje hacía un llamado a arrepentirse del pecado, a volverse a Dios y a perseverar viviendo como a Él le agradaba. Sin embargo, el pueblo era rebelde y rechazaba el mensaje, por lo tanto el Señor procedía anunciando un mensaje de juicio (2ª Cr.24:18-21; Dn.9:5-14).

¡Ay, ay, ay! Esta expresión del Señor Jesucristo describe el terrible final que les espera a los escribas y fariseos por su hipocresía, ceguera e insensatez. No hay duda de que lo que estaba por venir a estas personas era espantoso, la maldad implícita en cada una de sus acciones no era sino digna de la peor condena por parte del Señor.

Vivir en la hipocresía, la ceguera y la insensatez condujeron a los fariseos a una perdición total. No puede esperarse un resultado positivo después de llevar una vida basada en la falsedad, sosteniendo un testimonio a base de religiosidad, y fachadas de piedad que no pueden convencer al Juez justo que examina nuestro corazón hasta lo más profundo.

El Señor Jesucristo es reiterativo en afirmar el estado de los fariseos: estaban ciegos, y el resultado de su ceguera era un camino directo al agujero. La manera más fácil y tranquila para llegar al infierno, consiste en vivir arropado bajo la religión. Este disfraz es altamente peligroso, porque genera en aquel que lo usa una inmunidad que evita sentir alguna clase de culpa por el pecado, es decir, el religioso (fariseo), no es consciente en sí mismo del pecado que habita en él, dado que la religión lo cubre de tal manera que lo hace sentir inocente.

El apóstol Pablo, en toda la epístola a los Gálatas es enfático al advertirnos de que tengamos cuidado de no caer en este sistema legalista, que cautiva y seduce a todos aquellos que soberbiamente rechazan la gracia del Señor pretendiendo satisfacer al Dios vivo con sus irrisorias obras de inmundicia.

Lo máximo que pueden lograr, quienes así viven, es satisfacer la culpa que por el pecado les agobia, y para ellos está preparado el castigo eterno. Más para los que se postran con fe ante la gracia del Señor está preparada la vida eterna junto al creador.

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PREGUNTAS

Lunes: Mateo 23:13

¿Qué práctica evidencia el estado de los escribas y fariseos en este versículo? ¿Tuvo la Iglesia primitiva a alguien así? ¿Es usted así?

Martes: Mateo 23:14

¿Qué acto de hipocresía se ve en este versículo? ¿Cuál es el trasfondo?

Miércoles: Mateo 23:15

¿Qué significa “hacer un prosélito”? ¿Cuál es el mal que aquí se comete?

Jueves: Mateo 23:16-22

¿Con cuáles asuntos tiene que ver el cuarto “ay”? Investiga al respecto y comparte tu aporte.

Viernes: Mateo 23:23-24

¿A qué se debe la reprensión en el versículo 23? ¿Qué es lo que era necesario hacer, y lo que no se debía dejar de hacer? ¿Qué significa “colar el mosquito y tragar el camello”?