Boletín 785

Título: MOLDEADO POR DIOS
Pasaje: Génesis 29:1-35

Dios, como experto artesano, desea que reflejemos la imagen de su hijo en nosotros. Por lo tanto, nos toma en sus manos y empieza a trabajar pacientemente, quitando las imperfecciones y manchas para ir formando “un vaso de honra”. Este proceso casi siempre va acompañado de dolor, fatiga y demanda mucho tiempo. No obstante, vale la pena al final. En el capítulo 28 de Génesis, Jacob, el engañador, había tenido encuentro con Dios en Bet-el y luego de esto, Dios había dicho “No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” (Gn.28:15b). Parte de esta promesa era formar en Jacob un carácter piadoso.

En primer lugar, vemos la obediencia de Jacob a sus padres al recorrer un camino de 640 km entre Beerseba y Harán para buscar una esposa dentro de las hijas de Labán, quien era hermano de Rebeca. Al principio todo empezó como una bella historia de amor, donde Jacob trabaja siete años por Raquel, los cuales “le parecieron pocos días” porque la amaba. Sin embargo, aparece el engaño de Labán, que hace pasar a su hija mayor, Lea, por Raquel. Por lo tanto, la fiesta y la noche de bodas se transformaron al amanecer en una gran decepción para Jacob. Posteriormente, Jacob queda casado con las dos hermanas que luchaban por su amor y por ver quien le daba más hijos.

De lo anterior aprendemos que el trato de Dios para con el creyente es una medicina que tiene muchas veces un sabor amargo. A veces Dios tiene que usar circunstancias o personas difíciles para moldear nuestro carácter. También aprendemos que todo lo que se siembra eso mismo se recoge. Pero aunque Dios permite todo esto, no debemos olvidar que el nos ama profundamente y su provisión de gracia es abundante. Con respecto a la adulación falsa de Labán en contraste con el amor genuino de Dios que nos disciplina, es apropiada esta cita de Pr.27:6 “Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece”.

TEXTO PARA MEMORIZAR

Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado? —Gn.29:25


PREGUNTAS

Lunes Gn.29:1-12

¿Cómo era la costumbre que tenían en ese lugar respecto al pozo comunitario? ¿Por qué lo hacían así? ¿Qué actitud tuvo Jacob respecto a esa costumbre? ¿Cómo fue su encuentro con Raquel? ¿Qué lecciones podemos aprender de este pasaje?

Martes Gn.29:13-20

¿Cómo era la forma de ser de Labán? Físicamente ¿cómo eran las dos hermanas? ¿Por qué Jacob se ofrece a trabajar siete años para poderse casar con Raquel? ¿Qué aprendemos del verso 20 respecto al amor en diferentes contextos: en una pareja, entre Cristo y su iglesia, del creyente hacia Dios?

Miércoles Gn.29:21-30

¿De qué manera es engañado Jacob? ¿Qué lección le quiso enseñar Dios? Como fue el comportamiento de Labán para con sus hijas y Jacob? Ver Gn.31:6-7; 14-15. ¿Qué significa la expresión: “cumplir la semana”? ¿Por qué Dios, en la ley de Moisés, prohibió específicamente casarse con  dos hermanas (Lv.18:18)?

Jueves Gn.29:31-35

¿Por qué dice que Lea era menospreciada? ¿Cómo se ve reflejada aquí la misericordia y la gracia de Dios? ¿Qué anhelaba Lea en su corazón? ¿Qué aprendemos de estos nombres de los hijos de Lea?

Viernes Gn.29:1-35

A veces pensamos que la disciplina de Dios es castigo, pero más bien tiene que ver con formar el carácter de Cristo en nosotros. Medite en cuanto a la forma en que Dios ha moldeado su carácter. Piense en las personas y circunstancias que Dios ha utilizado para hacerlo. Ver He.12:5-11. ¿Es usted mejor creyente ahora, respecto a cuando recibió a Cristo? ¿Por qué?

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Comunicador audiovisual y multimedial de Centro Ágape, área de comunicaciones, producción y medios.

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