Boletín 789
Título: UN ENCUENTRO CON DIOS
Pasaje: Génesis 32:22-32
Jacob, cuyo nombre significa “suplantador”, acostumbrado a resolver las cosas a su manera, tendría ahora un encuentro que pocos hombres han experimentado en esa magnitud: una lucha con el Ángel de Jehová, es decir, con el Señor Jesucristo, quien le daría un nuevo nombre: Israel, que significa “aquel por quien Dios pelea”.
El libro de Oseas, en el capítulo 12, versículo 4, amplía detalles de aquel encuentro entre Jacob y el Ángel: “Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó (…)”. Vemos a Jacob humillado en ruego y llanto ante el Ángel, implorando por una bendición. Ahí estaba este hombre quebrantado y derrotado ante Dios, reconociendo que solo en Jehová está la victoria.
No había más estrategia, no había más del viejo Jacob; ahora era Israel, cambiado por Dios, con la marca de aquel encuentro “cojeando de su cadera”, como el aguijón en Pablo, que le recordaría para siempre su fragilidad humana y su dependencia de la gracia del Todopoderoso Dios.
Todo quien se encuentra con Dios saldrá herido en su “yo”, en su orgullo y prepotencia, porque le hará ver el Señor que solo en Él está el poder para vivir; pero todo encuentro con Dios nos llenará de victoria y vida.
Como Jacob, un día vinimos al encuentro con Dios y Él hirió nuestro yo, nos invitó a la marca de la cruz, que nos recuerda que ya no vivimos nosotros, sino el Hijo en nuestro lugar, que Él reina, que Dios lucha por nosotros, que ya no son necesarias nuestras estrategias para ganar en la vida, sino que basta confiar en Él.
Ahora Jacob tenía una nueva posición en Dios, era Israel, un hombre de la realeza de Dios. El Señor también cambió nuestro nombre y posición, ahora somos hijos de Dios, santificados y redimidos, parte de Su realeza. Esta nueva posición también contiene demandas, pues ya no debemos insistir en vivir según nuestro criterio, sino bajo la guía y estándares de Dios.
Todos necesitamos un encuentro con Dios, un verdadero encuentro con el Señor, para ser transformados.
TEXTO PARA MEMORIZAR
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. —Gn.32:30
PREGUNTAS
Lunes Gn.32:22-24
¿Por qué Jacob luchó con el Varón hasta antes de salir el sol? ¿Quién era este Varón?
Martes Gn.32:26
¿Qué significa que el Varón no podía con Jacob?
Miércoles Gn.32:27-28
¿Por qué era importante el cambio de nombre? ¿Qué significó esto espiritualmente? ¿Cómo se puede aplicar a nosotros hoy?
Jueves Gn.32:29
¿Por qué el Varón no quiso declarar su nombre? ¿Sabía Jacob que luchaba con Dios?
Viernes Gn.32:30-32
¿Vio Jacob el rostro de Dios? ¿Qué importancia tiene Peniel? ¿Recuerdas el lugar de tu encuentro con Dios?