Boletín 847
Título: UNA DECISIÓN IMPORTANTE
Pasaje: 1 Samuel 8:1-22
Durante alrededor de 340 años Israel fue gobernado por los jueces, quienes tenían las funciones de dar consejo, tomar decisiones, así como de liderar a la nación en las batallas contra sus enemigos. Eran personas que Dios designaba, casi siempre en momentos críticos de la nación, para volver el corazón hacia Él. En el capítulo 8 del primer libro de Samuel Israel pide un rey que los gobierne, es decir pasar de ser liderados por jueces a una monarquía.
Estando en Egipto, el pueblo de Israel estaba conformado por esclavos, sin conocimiento militar ni armas. Pero Dios los rescató de allí, la nación más poderosa del mundo en ese entonces, con mano fuerte. Luego los introdujo en Canaán bajo el mando de Josué, manifestando su gran poder a los habitantes de aquella tierra. Aparte de eso, Dios había dado la victoria en las batallas que habían peleado contra enemigos poderosos, durante el periodo de los jueces. Ahora, siendo Samuel un anciano, se avecinaba una guerra contra Nahas, el rey de los hijos de Amón (1 S 12:12). En vez de confiar en Dios para sus batallas, eligieron un rey que tuviera un ejército para hacer frente al enemigo.
Dios les advierte a los ancianos de Israel lo que les espera bajo una monarquía: servidumbre, trabajos forzados, impuestos y despojo de sus propiedades. No obstante, el pueblo no escuchó la voz de Dios y prefirieron ser como las naciones vecinas. La voluntad de Dios era que su pueblo dependiera totalmente de Él. Aquel fue un acto de rechazo a Dios, no queriendo que él reinara sobre ellos. Sin embargo, Dios deja que Israel haga las cosas a su manera. Solo que después iban a sufrir las consecuencias de su decisión.
La vida diaria consiste de decisiones, unas más trascendentales que otras. Muy frecuentemente tomamos decisiones basadas en el temor. Temor a la muerte, a la pobreza, a no ser aceptados por los demás, a quedarnos solos. Pero confiar en Dios nos libra de tomar malas decisiones (Pr 29:25). Su voluntad para nosotros es buena, agradable y perfecta (Ro 12:2).
TEXTO PARA MEDITAR
“Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras” —1 Sam 8:19-20
DEVOCIONAL:
Lunes. 1 Sam 8:1-5.
¿Qué opina acerca que los hijos de Samuel no anduvieron por los caminos de su padre? ¿Era esto una buena justificación para que el pueblo pidiera ser gobernado por un rey?
Martes. 1 Sam 8:6-8.
¿Por qué Dios tomó la petición del pueblo como un rechazo hacia su persona?
Miércoles. 1 Sam 8:9-18.
¿Qué consecuencias traería esa decisión? ¿Qué aprendemos del proceder de Dios cuando advierte acerca de las consecuencias de una decisión antes que la tomemos?
Jueves. 1 Sam 8:19-20.
¿Que movió al pueblo a tomar esa decisión? Ver 1 S 12:12. ¿Con base en que toma usted decisiones? ¿Cuáles han sido las consecuencias buenas o malas? ¿Qué aprendemos de Samuel a la hora de tomar decisiones? Ver versos 6 y 21
Viernes. 1 Sam 8:21-22.
¿Por qué Dios permitió que el pueblo tuviera un rey? ¿Qué aprendemos acerca de lo que Dios desea y lo que Dios permite? ¿Siempre se hace la voluntad de Dios?