Boletín 943
Luego de años de humillación y derrota por varios pueblos, entre ellos los filisteos, Dios concedió a David una amplia y generosa victoria sobre los enemigos de Israel. Dios hizo fuerte a David e Israel permitiéndoles dominar a gran parte de sus enemigos y les concedió la mayor posesión de la tierra que Dios prometió a Abraham en toda la historia de Israle.
Filisteos, moabitas, amonitas, amalecitas, edomitas y el rey de Soba quedaron bajo el dominio del reinado de David, pagando tributos y sufriendo la espada de David que contra algunos de estos fue aplicada con severidad.
Por otra parte, internamente, el reinado de David mostraba ser fuerte, con una buena administración de justicia y una forma de gobierno basada en la equidad que beneficiaba al pueblo; además, contaba con una estructura de gobierno organizada, acompañado de hombres con gran experiencia en la parte militar, espiritual y diplomática. Él tenía un equipo de trabajo experimentado a diferencia de Saul que concentró todo el reino en él.
Lo mas importante de todo esto es que David reconoció que todo era obra de Dios y su reinado era llevado a cabo en función de glorificar a Dios.
Este pasaje tiene grandes enseñanzas en cuento al liderazgo:
- Dios da la victoria sobre el enemigo. (2 S.8:6, 14)
- Se debe dominar sin tituberar al enemigo una vez es sometido y estar vigilante. (2 S.8:4-6, 14)
- La gloria por la victoria sobre el enemigo pertenece a Dios. (2 S.8:11)
- Se deben conquistar las fortalezas donde el enemigo se ha posicionado para hacer daño. (2 S.8:1)
- Para liderar se necesita un equipo no solo fiable sino con experiencia, criterio y capacidad para ejercer la labor. (2 S.15-18; Hch.6:3-15; Ex.18:13-27)
- El buen líder ministra con justicia y equidad (Dt.1:13; Stg.2:1)
“Y reinó David sobre todo Israel; y David administraba justicia y equidad a todo su pueblo” —2 Samuel 8:15
DEVOCIONAL:
Lunes:
¿Quiénes eran los pueblos derrotados por David? (2 S.8:11, 12). ¿Por qué debemos reconocer que Dios da la victoria sobre el enemigo? (2 S.8:6, 14)
Martes:
¿Por qué David destruyó y dominó de forma tan dura a sus enemigos? ¿Por qué puso guarniciones a custodiar? (2 S.8:4-6, 14) ¿Cómo puedo aplicar esto a mi vida?
Miércoles:
¿Por qué debemos poner a los pies de Dios el botín de nuestros triunfos? (2 S.8:11)
Jueves:
¿Por qué se deben conquistar las fortalezas donde el enemigo se ha posicionado para hacer daño? (2 S.8:1).
Viernes:
¿Por qué se necesita un buen equipo para liderar? (2 S.15-18; Hch.6:3-5; Ex.18:13-27) ¿Qué principios de gobierno puede aplicar en su hogar, trabajo etc.? (Dt.1:13; Stg.2:1)