Boletín 973

En un país remoto, fallecieron dos padres muy adinerados, dejando una gran fortuna a sus hijos, menores de edad. Sin embargo, estos no podían disponer de la herencia porque no eran mayores de edad. Un hombre llamado tutor o curador, administraba todo, hasta que los niños alcanzaran la madurez (mayoría de edad).

En tiempos de Pablo, la ley romana establecía que un niño no podía administrar su herencia sino hasta que cumpliese el término que su padre había estipulado. A pesar de que alcanzaban la mayoría de edad a los 14 años, debían esperar el tiempo señalado por su padre para disponer de la herencia. Mientras tanto, un curador o administrador tenía a su cuidado todos esos bienes. En ese sentido, los niños en aquella Roma eran como un esclavo, quien no tenía poder sobre sí mismo y estaba sujeto a un amo.

De igual forma, el pueblo judío fue depositario de una gran herencia dada por Dios, pero ellos necesitaban un administrador, alguien que les pusiera límites y los custodiara, ya que eran como niños sin una plena madurez acerca de la fe. Ellos debían esperar la mayoría de edad, por decirlo de esta manera. El tutor o administrador designado por Dios fue la LEY DE MOISÉS. De este modo, los israelitas, estaban bajo el yugo de la Ley, y por ende esclavos de esta. (Ro.2:12,14-15; Ez.18:4).

Por otra parte, los que no eran judíos, llamados gentiles, también eran como niños o esclavos, pero no de la ley mosaica, sino de sus ritos y religiones, estaban sometidos a las cosas que dominan a este mundo perdido (rudimentos). A pesar de que no tenían la Ley de Moisés, ellos tenían una conciencia que posee la ley natural de Dios para distinguir entre lo bueno y lo malo (Gn.18:19), y, al fin y al cabo, al igual que los judíos, estaban sometidos a la tutoría o dirección de esa ley de Dios que es santa, perfecta e implacable.

En conclusión, tanto judíos como gentiles éramos esclavos de la Ley de Dios, y la ley tenía una sentencia de muerte para el que no la obedecía (Ez.18:4). Era un tutor muy duro, pero necesario, debido a la inmadurez espiritual (Ro.4:15; 5:13 y 20; 1 Jn.3:4; Gá.3:19.

Un esclavo no tiene los derechos de un hijo, y Dios quería que fuéramos sus hijos, y que, como hijos, gozáramos de su herencia. Para hacernos sus hijos, Dios tenía un plan que pronto sería revelado plenamente. Si quieres saberlo, no te pierdas el próximo boletín.

Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. —Gálatas 4:3

DEVOCIONAL

Lunes | Gálatas 4:1

¿Por qué mientras el heredero es niño es como un esclavo según el texto? ¿Por qué los que estaban bajo la ley eran como esclavos?

Martes | Gálatas 4:2

¿Qué significa la palabra tutor y curador en el texto? ¿Quién era el tutor o curador de Israel en el Antiguo Testamento?

Miércoles | Gálatas 4:2

¿Qué pasaba con el niño cuando se cumplía el tiempo señalado por su padre para que se retirara al tutor o curador? ¿Qué sucedió cuándo se cumplió el tiempo en el que Padre Dios quitó el tutor que tenía el pueblo de Israel? (Ver versículo 4)

Jueves | Gálatas 4:3

¿Cuáles son los rudimentos del mundo?

Viernes | Gálatas 4:3

¿De qué éramos esclavos?

Einnerlink

Comunicador audiovisual y multimedial de Centro Ágape, área de comunicaciones, producción y medios.

Deja un comentario