Boletín 964

Como en casi todas las ciudades que el apóstol Pablo visitó en sus viajes misioneros, en ellas habitaban judíos. Muchos de ellos, al escuchar el evangelio, creyeron en Jesucristo, quien les mostró una nueva manera de vivir: “vivir bajo la gracia y no bajo la ley”.

Para muchos de ellos les resultó difícil aceptar esta nueva manera de vida en cuanto a su relación con Dios. Fue ahí donde surgió un grupo de pseudo-creyentes conocido como “los judaizantes”. Aunque habían abrazado el cristianismo, consideraban que era necesario hacer algo más que tener fe en el sacrificio de Jesucristo, y que era necesario cumplir con las obras de la ley para poder ser salvos.

Esta situación tomó mucha fuerza en la provincia de Galacia (Asia Menor). Los judaizantes siempre iban detrás del apóstol para rebatir sus enseñanzas y también aprovechaban su ausencia para confundir a los hermanos. Al conocer Pablo estas situaciones, fue motivado por el Espíritu Santo a escribir esta carta a las iglesias de Galacia con el firme propósito de que los hermanos no abandonaran la libertad que hay en Cristo, sino que, así como habían creído por fe, vivieran la vida cristiana por fe.

Esta carta es considerada “La carta Magna del cristianismo”, “La declaración de la libertad cristiana”, ya que va directamente al corazón de la fe cristiana. Su fecha es incierta, pero se considera que se escribió un poco después del Concilio de Jerusalén, en el año 49 d.C. (Hechos 15).

La carta a los Gálatas es un verdadero tratado de defensa del evangelio. En él se nos enseña con total claridad que la salvación es un regalo y se recibe por fe en Cristo, quien se dio a sí mismo en rescate por nosotros (Gálatas 1:4). También la vida cristiana se vive solo por la fe en la obra liberadora que nos da el Espíritu Santo (Gálatas 5).

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. —Gá.2:20-21

DEVOCIONAL

Lunes: Gálatas 1:1-23

¿Por qué crees que era importante para Pablo lo que dice el versículo 1? ¿Qué motivó al apóstol a escribir esta carta?

Martes: Gálatas 2:1-21

¿Quién le reveló el evangelio al apóstol? ¿Qué estaban enseñando los judaizantes y que defiende Pablo en este capítulo?

Miércoles: Gálatas 3:1-29

¿Cómo recibieron los Gálatas el Espíritu Santo según el versículo 2? ¿De qué manera nos redimió Cristo?

Jueves: Gálatas 4:1-31

¿Qué cosa hizo Dios cuando vino el cumplimiento del tiempo y cuál es su importancia para los hombres?

Viernes: Gálatas 5:1-26, 6:1-18

Seleccione los pasajes que más le llamen la atención y trate de memorizar varios versículos.

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Comunicador audiovisual y multimedial de Centro Ágape, área de comunicaciones, producción y medios.

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