Boletín 988
Ni siquiera hemos oído que hay un Espíritu Santo…esta fue la sorprendente respuesta de ciertos creyentes de Éfeso a la pregunta de Pablo sobre sí habían recibido el Espíritu Santo cuando creyeron (Hch.19:2).
De la misma manera que aquellos creyentes, hoy en día existe aún dentro de los cristianos cierta ignorancia acerca de la persona y obra del Espíritu Santo. Por ejemplo, algunos hablan de la “segunda bendición” o ser sellados con el Espíritu Santo como algo que ocurre tiempo después de la conversión. También el movimiento pentecostal o carismático indican la necesidad de profetizar o hablar nuevas lenguas como indicio de “la unción” o llenura del Espíritu Santo.
El capítulo 1:3-14 de Efesios nos habla acerca de la obra Trinitaria en la salvación del ser humano. Nos menciona primero al Padre, quien nos elige y nos predestina. Luego el Hijo, quien nos redime. Ahora en el pasaje de Efesios 1:13-14 nos deja claro lo siguiente acerca de la obra del Espíritu Santo:
- El Espíritu Santo viene a nuestra vida al momento de creer. Allí se usa la palabra “sello” como referencia a que pertenecemos a Cristo. De hecho, si alguno no tiene el Espíritu Santo no pertenece a él, Ro 8:9b. Asimismo recibimos la totalidad del Espíritu Santo y no solo una parte o fracción del mismo al momento de creer.
- El Espíritu Santo es una garantía o “las arras”, un anticipo del glorioso futuro que espera a los creyentes cuando se produzca la separación del pecado en la gloria eterna. Ro.8:23 lo denomina como “las primicias” que se dan a cada creyente mientras espera la adopción, la redención futura de su cuerpo.
Asimismo, en el resto del libro de Efesios observamos también la obra del Espíritu Santo al revelarnos las verdades profundas acerca de Dios (Ef.3:5), fortalecernos con poder (Ef.3:16), producir unidad en el cuerpo de Cristo (Ef.4:3), entre otros.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” —Efesios 1:13-14
Devocional
Lunes. Efesios 1:12
¿A quiénes se refiere aquí como nosotros?, ¿Cuál era el propósito de Dios para con los judíos y ahora con la iglesia? Ver Is.43:7; 1 P.2:9
Martes | Efesios 1:13
¿Cuál es la responsabilidad que tiene el ser humano? ¿Qué significa ser sellado? ¿Cuándo ocurre esto? ¿Cuál es el propósito? Ver Ro.8:9,16
Miércoles | Efesios 1:14
¿Qué significan las arras? ¿Son un anticipo de qué? Ver Ro.8:23
Jueves | Efesios 1:14
¿Cuál es la herencia futura? Ver Ro.8:17, 1 P.1:4
Viernes | Efesios 1:3-14
Enumere los motivos que encuentra en todo el pasaje que lo lleven a alabar o agradecer a Dios.