Conclusion de Josué
“David Echeverry, Iglesia Centro Agape”.
Al terminar de estudiar el libro de Josué podríamos vernos inclinados a pensar que el Dios de ayer es diferente al de hoy, en cuanto a Su carácter o exigencias hacia el ser humano. Pero no es así pues Dios es inmutable (no cambia), según Mal.3:6. Él es igual de bondadoso, anhelando bendecir abundantemente al creyente. Asimismo, al igual que con los cananeos, sigue hoy prolongando Su misericordia a todos los hombres, con el fin de que ninguno perezca. También Su fidelidad es igual pues sigue cumpliendo todas Sus promesas (tanto de bendición como de maldición). De igual manera, Dios es Santo y sigue exigiendo una vida santa por parte de Sus hijos, disciplinándolos si es el caso, tal como ocurrió con Acán.