Génesis 7:1-23
“David Echeverry, Iglesia Centro Agape”.
El diluvio sucedió en un día, mes y año bien definidos (v.11), lo que da fe de su historicidad y no fue una fábula. Asimismo, fue universal y no local, ya que todos los montes altos fueron cubiertos (v.19). Al final vemos que todo ser vivo que moraba en la tierra pereció y quedó solamente Noé y los que estaban con él en el arca (v.23). ¡Las mismas aguas que destruyeron la vida de miles de personas y animales fueron las que hicieron flotar el arca!
Dios prometió que no iba a haber otro diluvio de aguas para destruir la tierra (Gn.9:11); sin embargo, los cielos y tierra actuales están reservados para el fuego, “guardados para el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos” (2P.3:7). Al igual que sucedió con Noé y su familia, hay un solo lugar seguro. En Cristo está la salvación, seguridad y sustento que necesitamos. Fuera de El, solo nos espera el justo juicio de Dios.