Josue 20
“Iglesia Centro Agape, Oscar Palacio”.
Había un animalito que paseaba por el desierto, se inclinaba cada vez que daba unos pasos y giraba su cabeza estando apoyado solo en sus patas traseras…de repente se desataba una carrera desenfrenada y con una ruta fija, una cueva, a la cual entraba en picada sin más que el deseo de estar dentro; y detrás pasaba una enorme águila volando bajo. A salvo en su cueva se sentía feliz y allí no podía entrar el águila a hacerle daño; la cueva era su refugio. ¡A salvo en ella!
Una mujer que fue llevada a los pies de Jesús… sus acusadores deseaban apedrearla. Le presentaron a Jesús el caso para ver que hacia Él. No contesto nada; continuó escribiendo en el suelo con el dedo… al ver que le insistían con el tema les dijo: el que esté libre de pecado que lance la piedra. No hubo quien lo hiciera. Jesús la miró y le dijo: ¿nadie te condena? Y ella contesto: nadie, y Jesús le dijo: ni yo te condeno, vete y no peques más (Jn.8:3-11).
Lo más bonito de todo esto es que esta mujer fue llevada justamente al refugio donde iba a estar segura, protegida y a salvo por el Maestro. Jesús fue el refugio de esta mujer, fue la cueva donde ella entró a resguardarse… ¿Cuál es su refugio? ¿ya se refugió en Cristo? Si no lo ha hecho ¿por qué no se refugia en Él ahora mismo? ¿qué se lo impide?