Boletín 653

Título:
EL MATRIMONIO DISEÑADO POR DIOS
Pasaje: 1 CORINTIOS 7:10-26


Según datos recientes, por cada tres parejas que se casan en Colombia, una se divorcia. Aún dentro de las congregaciones cristianas evangélicas hay un importante porcentaje de matrimonios que terminan en divorcio, así como de uniones mixtas, o sea conformadas por un conyugue creyente y otro inconverso. El diseño original de Dios para el matrimonio era de un hombre y una mujer unidos de por vida en perfecta armonía. Sin embargo, el pecado hizo su entrada en el hogar de Adán y Eva causando la pérdida de la comunión perfecta que tenían con Dios.  Esto causo la ruptura de la armonía en la pareja además de culpa, vergüenza, dolor y lucha por el poder.

El pecado ha llevado al hombre a ser irresponsable ante el juramento solemne que hace ante Dios y muchos testigos –el de ser fiel–, convirtiéndolo en un perjuro. Las consecuencias traídas son algunas veces irreparables para la familia, la sociedad e incluso un país. El dolor, la angustia, el odio, la soledad son quizás las más visibles. Conservar la unidad dentro de la familia es prioridad para Dios. “Lo que Dios unió no lo separe el hombre” (Mt.19:6). Para poder permanecer perfectamente unidos el uno al otro, cada uno de los conyugues debe permanecer unido a Cristo.

En el capítulo 7 de la 1ª carta a los Corintios podemos encontrar algunos principios para el matrimonio entre creyentes y para matrimonios mixtos. Si el matrimonio es entre creyentes:

1) No se deben separar; y
2) Si por algún motivo se separan, tienen la opción de reconciliarse, pero no se pueden volver a casar.

Si el matrimonio es entre un creyente y un incrédulo:

1) Si el incrédulo consiente en vivir con el creyente, este no lo debe abandonar; y

2) Si el incrédulo está decidido a separarse, se debe permitir que lo haga y el creyente queda libre del voto matrimonial.

Es esencial que tomemos conciencia del alto valor que le da Dios a la unión matrimonial y de las serias consecuencias que tiene la elección de la persona con la que pasaremos el resto de nuestras vidas. Solo teniendo matrimonios a la manera de Dios tendremos una iglesia que afecte positivamente la sociedad.


PREGUNTAS

Lunes: 1 Corintios 7:10-11

Jesús en Mr.10:10-12, hablándole a los judíos, les da el mandato el de no divorciarse. ¿Cuál es la razón para la que Pablo use ese mismo mandato para la iglesia cuando los conyugues son ambos creyentes?

Martes: 1 Corintios 7:12-13

¿A qué tipo de matrimonios van dirigidos estos principios? ¿Cuál es el consejo para aquel que es creyente?

Miércoles: 1 Corintios 7:14-16

¿Qué significa que el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido? ¿Qué significa “ahora son santos”, refiriéndose a los hijos? Significa el versículo 16 que uno de los cónyuges puede salvar al otro? ¿Porque? ¿La salvación es individual?

Jueves: 1 Corintios 7:17-26

La frase “cada uno en el estado en que fue llamado” se repite dos veces en este corto párrafo, ¿cuál sería la importancia de ello?

Viernes: 1 Corintios 7:17-26

Pablo respondiendo a los corintios en este párrafo también utiliza la expresión “cada uno” dejando entrever que respondía particularmente a la necesidad de unos miembros específicamente. Según el versículo 26, ¿cuál sería la necesidad apremiante de cada uno de ellos?

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Comunicador audiovisual y multimedial de Centro Ágape, área de comunicaciones, producción y medios.

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