Boletín 625

Título: CONOCIDOS POR DIOS
Pasaje: 1 JUAN 2:3-11


Cierta vez una madre comentaba: “El otro día, después de recoger a mis hijos, llegué a casa cansada, había tenido un día muy duro de trabajo. Le pedí entonces a mi hijo Max que hiciera sus tareas y cuidara de su hermanita mientras yo estaba en la cama. Pero cuán grande fue mi felicidad más tarde, al ver que mi pequeño hijo, no sólo había obedecido lo que le había pedido sino también, que había acostado a su hermana, ordenado la casa, y dejado un hermoso dibujo que decía “¡Te amo mamá!”

La relación padre hijo que existe entre Dios y los que han nacido de nuevo, puede ser ejemplificada en cierto sentido a través de la historia anterior. Se trata de una relación que no se basa en una obediencia impuesta bajo el miedo, limitada a pautas estrictas, que deben seguirse a ciegas sin propósito alguno. Es, más bien, una profunda y genuina devoción basada en una relación personal que se nos ofrece por medio del Señor Jesucristo. Conocer a Dios significa que somos conocidos por Él, y conocerle es tener la vida eterna y una vida nueva en Él, la cual a medida que se vive se disfruta más. Cuando conocemos a Dios es porque la vida de Dios ha sido impartida en nosotros, por ello no podemos seguir viviendo nuestra vida. Esto significa que ha sucedido un cambio que es de adentro hacia afuera, es decir, desde nuestro interior hasta ser manifestado a los demás.

“pero los que obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él.” 1Jn.2:5 (NTV)

Si ese cambio no se produce en nuestra vida, realmente no hemos conocido a Dios, y, por ende, Él no nos reconoce como hijos, estando entonces sin la vida eterna.

En el tiempo del apóstol Juan muchos afirmaban conocer a Dios, pero reflejaban todo lo contrario en su diario vivir. Hoy, de la misma manera, muchos locales están llenos de seudo-cristianos, que con sus labios dicen tener a Dios, pero con sus hechos niegan tal afirmación.

Y tú ¿Conoces a Dios?


PREGUNTAS

Lunes: 1° Juan 2:3-11

Estudia las veces que aparece la expresión “el que dice”, y reflexiona respecto a las cosas que puedes estar tú también estar diciendo.

 Martes: 1° Juan 2:3-6

¿Cómo puede estar el creyente seguro de que conoce a Dios? Explica tu respuesta.

Miércoles: 1° Juan 2:3-13

¿Qué significa “¿Conocer a Dios”, y qué implicaciones tiene? ¿Conoces tú a Dios?

Jueves: 1° Juan 2:7-11

¿Cuál es el mandamiento viejo y el nuevo según el pasaje? ¿Cómo está tu obediencia a este mandato?

 Viernes: 1° Juan 2:3-13

Haz una gráfica que represente al que conoce a Dios y al que dice conocerle, según lo que el pasaje expresa.

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