Boletín 656

Título: QUITANDO EL BOZAL AL BUEY QUE TRILLA
Pasaje: 1 CORINTIOS 9: 1-18

La Escritura nos enseña que existe una corresponsabilidad por parte de cada Iglesia frente a aquellas personas que ofrendan sus vidas en servicio hacia la congregación. Como Iglesia debemos comprender que la inversión material que hacemos en aquellos que dedican su vida a servir a Dios y su obra, en nada se compara con las riquezas espirituales que a través de estas personas recibimos del Señor.

El derecho que tienen los que sirven a Dios de recibir ofrendas de su Iglesia, no surge de una obligación laboral, sino de un mandato de Dios. Así lo enseña la Escritura en 1 de Corintios 9:1-18. Aunque el evangelio no debe ser usado como fuente de ganancia personal, sí es de bendición para aquellos que afanosamente lo anuncian, y el canal de bendición que Dios ha establecido para los tales es su misma congregación.

Este argumento es desarrollado por el apóstol Pablo en el capítulo 9 de la 1° carta a los Corintios, y la obediencia de la Iglesia a dicha enseñanza generará grandes beneficios. Es claro entonces que una Iglesia sana y madura aplica estos principios.

El apóstol Pablo utiliza las figuras de un soldado, un plantador de viñas y un pastor, los cuales se benefician y sustentan de su trabajo, para demostrar, que, así como estos, quienes anuncian el evangelio, tienen derecho a vivir de este, no en el sentido de aprovecharse sino como recompensa por su labor, más cuando la batalla que pelean como soldados, el rebaño que cuidan como pastor, y el viñedo que plantan le pertenece al Señor.

Cuando una Iglesia, pudiendo hacerlo, se niega a ofrendar a los que sirven ante ellos, demuestra inmadurez, evidenciando el alto valor que le dan a las cosas materiales, y en lo poco que tienen las cosas de Dios.

Gloria a Dios por esos obreros que, como el apóstol Pablo, sin esperar nada a cambio, continúan predicando el evangelio del Señor, sabiendo que su recompensa y galardón están en los cielos y no en las manos de los hombres. Sin embargo, como Iglesia también daremos cuenta ante el Señor de como tratamos a sus siervos.

Dios nos está exhortando hoy a quitar el bozal al buey, es decir, a no restringir el alimento a los que nos sirven en la obra, a honrar a aquellos que invierten su vida para nuestro crecimiento espiritual.

¡No neguemos la bendición a los que nos bendicen!


PREGUNTAS

Lunes: 1 Corintios 9:1-2

¿Es válido defender en algunas ocasiones el ministerio que Dios da? ¿Cuál es la mejor defensa que un creyente puede hacer de su ministerio? ¿Cuál es la evidencia del apostolado de Pablo en estos versículos?

Martes: 1 Corintios 9:3-6

Como Iglesia ¿somos conscientes de las necesidades de los obreros de Dios? ¿Qué podemos hacer para ayudar a los que trabajan a tiempo completo en la obra del Señor? ¿Deben trabajar secularmente las personas que sirven a tiempo completo en la obra?

Miércoles: 1 Corintios 9

¿Qué ventajas crees que puede tener para la Iglesia que haya obreros a tiempo completo sostenidos por la misma? Escribe tus ideas y compártelas con tu grupo.

Jueves: 1 Corintios 9:7-14

¿Por qué los obreros que trabajan a tiempo completo deben ser sostenidos por su Iglesia? ¿Qué significa no poner bozal al buey que trilla? ¿Qué enseñanza nos da el Antiguo Testamento acerca de este tema? ¿Por qué a las iglesias en nuestro entorno les cuesta ofrendar a sus obreros de tiempo completo?

Viernes: 1 Corintios 9:15-18

¿Cuál debe ser la actitud del siervo de Dios a pesar de que tiene derecho a que la Iglesia le ofrende? ¿De quién debe esperar recompensa el siervo de Dios? ¿Por qué el apóstol Pablo se abstuvo de hacer uso de los derechos que tenía como apóstol? ¿Esto es una regla general o un caso particular del apóstol?

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