Boletín 810

Título: SIENDO HACEDORES DE LA PALABRA

Pasaje: Santiago 1:19-27

La historia describe un evento que sucedió en la vida de Mahatma Gandhi, el cual alguna vez pretendió convertirse del hinduismo al cristianismo. No obstante, al ser discriminado en la iglesia a la que asistió, se alejó de allí, decepcionado y escribió luego estas tristes  Palabras: “No sé de nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. De hecho, no encuentro nada malo en el cristianismo. El problema está en ustedes los cristianos, pues no viven en conformidad con lo que enseñan”. Esto refleja la realidad del cristianismo desde sus comienzos: mucha teoría y poca práctica. Uno se suele preguntar qué sucede con ciertos creyentes, que asisten regularmente a los servicios, escuchan muchas enseñanzas en la iglesia o en la emisora cristiana o por internet, pero su vida familiar o laboral contradice lo que  prendieron. La epístola de Santiago habla mucho sobre la fe viva y es aquella que produce obras. De lo contrario es una fe muerta o inoperante. En los versículos 19 al 27 del capítulo 1 se nos habla acerca de la relación que debe existir entre el creyente y la Palabra de Dios con el fin de producir buenos frutos.

1. Recibir la Palabra de Dios (v.21). La Palabra de Dios debe ser recibida con mansedumbre, que equivale a ser humilde. El orgullo no permite que la Palabra de Dios tenga cabida en nuestras vidas.

2. El carácter del creyente (vv. 19-20). El recibir con humildad la Palabra de Dios debe formar un carácter piadoso en nosotros. Este carácter se debe expresar en una forma de hablar y de controlar nuestras emociones. Como dice Pr 16:32: “Mejor es ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una ciudad”.

3. La práctica de la Palabra de Dios (vv.22-27). Debemos pasar de la teoría a la práctica. El fin último de escuchar la Palabra de Dios es producir buenos frutos. Hay muchas religiones en el mundo. No obstante, la religión pura y verdadera a los ojos de Dios es la que se expresa en obras de misericordia y no se deja corromper del mundo.

TEXTO PARA MEDITAR

 “Stgo 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.


DEVOCIONAL:

Lunes. Santiago 1: 19-27

¿Cuál debe ser nuestra actitud a fin de que la Palabra de Dios tenga cabida en nuestro corazón? Qué obstáculos hay para esto? Ver Col 3:16

Martes. Santiago 1: 19-27

¿Cuáles son los cambios que debe operar en el carácter del hijo de Dios al exponerse a la Palabra de Dios?

Miércoles. Santiago 1: 19-27

¿Por qué debemos poner en práctica la Palabra de Dios? ¿Quiénes son los oidores olvidadizos? ¿Qué aliciente o estímulo tenemos para hacerlo?

Jueves. Santiago 1: 19-27

Como debe ser la religión pura y verdadera a los ojos de Dios?. Qué acciones concretas debería realizar usted con el fin de que el mundo conozca que somos discípulos de Cristo?

Viernes. Santiago 1: 19-27

¿Qué aprendimos de todo este estudio?

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