Boletín 790

Título: RELACIONES RESTAURADAS
Pasaje: Génesis 33:1-20

En mi experiencia profesional he observado cómo muchos hermanos se pelean por herencias y bienes de sus padres. Estas disputas dejan grandes grietas en las relaciones familiares que en la mayoría de los casos nunca se logran solucionar. Hermanos que nunca se vuelven a tratar, y algunos que hasta se buscan para hacerse mal. En otros casos, la preferencia de un padre por alguno de los hijos también deja secuelas que marcan las relaciones entre hermanos para toda la vida. Sea cual sea la razón, lo que evidencia este escrito, es que hay rupturas en la familia que no se solucionan por largos periodos de tiempo, y eso es realmente desgastante emocionalmente.

Las comisarías de familia en Colombia literalmente no alcanzan a solucionar los conflictos intrafamiliares que se presentan a diario, y, si llegan a adelantar algún tipo de proceso, me atrevo a decir, que las partes involucradas muy pocas veces logran perdonarse y restaurar sus relaciones interpersonales.

Quienes han seguido este estudio del Génesis y la vida de Jacob y su hermano Esau,  saben a qué hace alusión este escrito. Pero, en vez de pensar en Jacob y Esaú, quienes ya solucionaron su problema, valdría la pena preguntarse ¿estoy enemistado con alguien de mi familia? ¿cuánto tiempo llevo sin mediar una palabra con mi primo, hermano o tío? o ¿cuánto hace que dejé de hablarle a mi vecino? ¿deseo vengarme de alguna persona?

Jacob y Esau estuvieron sin verse por más de 20 años, sin cruzar una  palabra y con miedos y temores de venganzas. Cuanto más tiempo pasa sin solucionar un conflicto, más se escala el mismo, y mayor tensión se agrega, alejando las posibilidades de reconciliación.

Si usted le ha causado daño a alguien o ha sido agraviado, si ha estado enojado con su  hermano, amigo o incluso con su cónyuge, no importa cuánto tiempo ha pasado, usted puede hacer como Jacob: inclinese siete veces a tierra y llamele “señor” al ofendido, es decir, baje la guardia y demuestre que está arrepentido y desea solucionar las cosas, póngase por debajo del hombro del otro y busque la reconciliación.

Siempre será un buen tiempo para pedir perdón, y hallar un abrazo y un beso de reconciliación, como lo hicieron Esau y Jacob.

TEXTO PARA MEMORIZAR

Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó y lloraron —Gn.33:4


PREGUNTAS

Lunes Gn.33:1-3

¿Cómo actuó Jacob cuando vio a su hermano? ¿Cómo hubiera reaccionado Esaú si Jacob se hubiese acercado en  posición de batalla? ¿Cómo es su actitud cuando va a solucionar un conflicto?

Martes Gn.33:4-8

¿Quién es más humilde, el que pide perdón o el que perdona? ¿Está usted dispuesto a pedir perdón y a perdonar? ¿Qué impide su reconciliación?

Miércoles Gn.33:9-16

¿Cómo llega a ser una relación cuando hay reconciliación genuina? ¿Busca usted el bienestar de la otra persona cuando se reconcilia?

Jueves Gn.33:17-20

¿Por qué Jacob construyó un altar para Dios luego de su encuentro con Jacob? ¿Hay estorbo en nuestra adoración a Dios cuando hay conflictos sin solucionar en nuestra vida?

Viernes – pregunta para examinar

¿Cuánto tiempo seguirá sin reconciliarse con aquella persona que le ha hecho daño o a quien usted ha dañado?

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Comunicador audiovisual y multimedial de Centro Ágape, área de comunicaciones, producción y medios.

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