Boletín 928

Título: AVANZANDO HACIA LA META

Pasaje: Filipenses 3:12-16

En el mundo griego y romano las competencias deportivas eran parte fundamental de la vida social. Los atletas entrenaban arduamente, esforzándose para ganar la aclamación del público, así como una corona de laurel. Pablo toma esto frecuentemente como ilustración en sus escritos acerca de cómo se debe conducir la vida cristiana (1 Co.9:24-27; Fil.2:16; Gal.2:2; Gal.5:7; 2 Ti.4:7-8).

En el capítulo 3 de Filipenses, Pablo nos ha hablado de su pasado en el judaísmo, considerándolo como algo sin valor respecto a la ganancia incalculable de conocer a Cristo. Ahora, en los versículos 12 al 16 se nos va a enseñar que debemos tener un anhelo de avanzar hacia la meta, que es Cristo mismo y ser como él. Algunas marcas que nos indican que estamos avanzando:

  1. No sentirnos satisfechos. No pretender que ya hemos llegado a la perfección, o sea, pensar que ya hemos llegado a un estado donde no podemos progresar más. En la epístola, Pablo hace mención de sentirnos satisfechos con lo que Dios nos da materialmente (Fil.4:11-12). Pero en lo espiritual debe haber una “santa insatisfacción” o un anhelo de “más”: conocer más a Cristo, más de su poder, más de su gracia, ser más maduros.
  2. Anhelo por avanzar. El ser salvo es solo el comienzo de la carrera cristiana. Nunca nos podemos detener. La perseverancia en avanzar hacia la meta nos evita caer en la mediocridad y retroceder.  Debemos proseguir para asir, o sea, agarrar aquello para lo cual Cristo nos ha hecho suyos
  3. Mantenernos enfocados. El mantenernos enfocados en la meta celestial, el “premio del supremo llamamiento” nos estimula y alienta. También nos permite desechar lo que ya dejamos atrás, evitando perder nuestra vida en cosas sin valor.

Como creyentes que estamos creciendo, debe haber unidad en este mismo sentir de avanzar y correr juntos esta carrera como lo hizo Cristo (Fil.2:5-8; He.12:1-2) y como lo hizo el apóstol Pablo. Como ciudadanos del cielo debemos poner la mira en las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, no en las cosas terrenales.

TEXTO PARA MEDITAR

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” —Filipenses 3:13-14


DEVOCIONAL:

Lunes. Filipenses 3:12-16 

¿Cuál debe ser la verdadera insatisfacción en nuestra vida? ¿Por qué esto es tan importante en la carrera cristiana?

Martes. Filipenses 3:12-16.

¿Cuál debe ser la meta que como creyentes debemos perseguir o intentar agarrar? ¿Siente usted que está avanzando en su vida cristiana? ¿A qué nos debemos aferrar en esta vida? Ver Fil.2:16.

Miércoles. Filipenses 3:12-16.

¿Qué significa olvidar lo que queda atrás? ¿Qué debe usted soltar de su pasado, lo cual es un obstáculo en su vida cristiana?

Jueves Filipenses 3:12-16 

¿Por qué si Pablo dijo antes que no pretende ser perfecto, dice luego que “todos los que somos perfectos”? ¿Cuál debe ser el “sentir”, o sea la actitud o forma de pensar de un creyente maduro?

Viernes Filipenses 3:12-16 

¿Qué enseñanzas le dejó todo el pasaje?

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Comunicador audiovisual y multimedial de Centro Ágape, área de comunicaciones, producción y medios.

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